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REFLEXIÓN DEL DÍA
Dios está cerca.
A veces nos pasa, especialmente en los momentos de prueba y sufrimiento, que no sentimos a Dios, creemos que estamos solos en este mundo y que Dios está lejos y que no se acuerda de nosotros. Pero en esos momentos es cuando deberíamos recordar las palabras del Apóstol, que dice que en Dios vivimos, nos movemos y existimos. Porque Dios está más cerca de nosotros, que nosotros mismos.
Lo que sucede a veces es que Dios oculta su presencia y no “sentimos” a Dios. Esto es como un juego con el que Dios quiere encender en nosotros el deseo de buscarlo, de llamarlo. Son momentos de oscuridad que hay que pasar para llegar nuevamente a tiempos luminosos en que sentimos la presencia de Dios.
Recordemos que cuando más nos sentimos solos porque estamos en un gran sufrimiento, justamente es ahí cuando el Señor está más cerca nuestro, porque Dios está especialmente allí donde hay sufrimiento, de cualquier clase que sea ese sufrimiento.
Tengamos más fe en Dios, en que Él está siempre a nuestro lado, aún en los momentos en que nos sentimos solos en este mundo, porque Dios es bueno y si lo llamamos se manifestará a nosotros con todo su amor y saldremos a la luz.
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