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Actualizado el jueves 10/MAR/11

Información sobre la Consagración a María 

II

“LA CONSAGRACIÓN CONDUCE A LA SANTIDAD”

El Padre, nos hizo "hijos en el Hijo", haciéndonos "Nuevo Pueblo de Dios", "Nación Santa", "Raza Elegida". Somos la Iglesia de Jesús, destinada a proclamar el Evangelio, a todos los hombres, llamándolos a la fe y a la conversión y a congregar a todos en la unidad; es decir, le pertenecemos totalmente a El y no nos pertenecemos a nosotros. Ese es el misterio de la Consagración, que Dios ha hecho de nosotros y que tenemos que vivir en creciente respuesta de amor.

Todos estamos llamados a responder generosamente a Dios, a través de la santidad, que Dios realizará en nosotros, si quitamos los obstáculos que se oponen al crecimiento de la vida de gracia.

1) - Providencial camino: A propósito de la Consagración de que fuimos objetos por parte del Señor, en el Bautismo, María nos ofrece como Madre el camino de la Consagración a su Sagrado Corazón, para ayudarnos a vivir las exigencias bautismales.

Por este camino, que Ella nos regala por puro amor, podremos vivir maravillosas experiencias de la consagración a Dios, a través de inéditos senderos que Ella nos va a mostrar, y que agilizarán nuestro acercamiento a Dios; lo harán más directo, más perfecto, más feliz, más simple; también más exigente, pero más esperanzado porque Ella lo recorre con nosotros, alentándonos en la lucha, animándonos en las caídas, invitándonos a una total y absoluta confianza filial y a un generoso abandono en su Corazón de Madre. María nos dice: "Soy la Madre del Cielo que busca la Consagración de sus hijos".

(M. 1362) "Hija, la Madre congrega aquí, a los hijos, a los fieles del Señor. La Madre, la que una y otra vez habla a los corazones; la que clama por la paz de los hijos, tan resquebrajada; la que vela por tantas y tantas almas que deambulan, sin haber todavía encontrado a Cristo Jesús.
La que no se detiene ante nada, porque el tiempo apremia.
Es hora ya de buscar a María, de ir al encuentro de María; Intercesora ante el Hijo, por los hijos.
Gloria al Salvador."

Cuando hablamos de nuestra consagración a María, estamos diciendo que nos entregamos totalmente a Ella, sin reservas, para que Ella como Madre nos enseñe y conduzca a vivir el camino de nuestra consagración a Dios; le rogamos que disponga totalmente de nosotros, para convertirnos bajo la acción del Espíritu Santo en réplicas fieles de Jesucristo; le pedimos que nos enseñe a buscar en todo "la Alabanza de la gloria de su Gracia".

(M. 1564) "Mi amada hija, de Mi Corazón brota el Amor al más grande Amor: a Cristo Jesús.
¡Hay en muchos corazones, tanta negligencia, tanta nulidad, tanta soberbia!
He venido a habitar aquí, para favorecer a todos mis hijos, para ampararlos.
Quiero arraigar profundamente en ellos, la Palabra de Dios y formarlos de acuerdo a Esa Palabra".

2)- María ideal del Consagrado:

Ella se convierte en el ideal del Consagrado, al cantar las maravillas de Dios y entregarse del todo a su voluntad.
Nuestra consagración a Dios debemos contemplarla y vivirla como la vivió María, perfecta imitadora  de Jesús.

Leemos en el Mensaje 1136: "Mi "Sí" al Señor fue un "Sí" de completa entrega, un "Sí", dicho con toda mi voluntad y un total amor al Espíritu Santo. De mi cuerpo, se desprendería luego el Hijo del Padre, el Divino Amor, la maravillosa Vida.
Aquél que sufrió y murió en la Cruz. El que hoy os contempla desde el Cielo. El que arranca para siempre al hombre, de la amargura de la muerte y lo conduce a la dulzura de la Vida".

El Corazón de María, bajo la acción del Espíritu Santo, es como la matriz donde somos hechos perfectamente hijos "en el Hijo"; debemos dejarnos llevar de su mano, como pequeños y humildes hijos suyos. Ella nos hace gozar como Consagrados, de la Gloria que nos espera, de la cual la Gracia es la semilla.

(M. 1353) "Hija, cuando un corazón se abre el Corazón de la Madre, entra en El.
Cuando un corazón se abandona en el Corazón de la Madre, la Madre lo moldea y lo guía hacia su Hijo.
En este Corazón, hay Pureza, hay Amor, hay Humildad. Es el Corazón de la que Ama y obedece al Hijo".

En Su Corazón, vamos viviendo nuestra filiación mariana, que nos hace vivir plenamente nuestra filiación divina en Jesucristo.

El Consagrado ilumina; es decir, muestra el sendero de Dios, muestra al que es Camino, a Cristo vivenciado en su propia vida de entrega al Señor.

El Consagrado anima; no se deja vencer por nada, porque quien lo consagró lo sostiene y lo convierte en fortaleza y sostén de sus hermanos.

El Consagrado congrega; vive en el misterio del Corazón de Cristo y de María y por lo tanto en el seno de un Dios tres veces Santo, que muestra su infinita perfección Trinitaria, en el misterio de su unidad. El Consagrado, al beber la gracia de la unidad en Dios se propone lograrla entre los hombres y no descansa hasta que "todos sean uno".

¡Dulce Corazón de María!

¡Sé la salvación del alma mía!

Si usted desea recibir por email estos textos informativos sobre la Consagración a María, por favor:

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En esta sección, que se inaugura el 28 de abril de 2008, día de San Luis María Grignion de Montfort, encontrará distintos textos que hablan sobre la Consagración a la Santísima Virgen María, los cuales usted podrá ir leyendo y meditando y, si se decide a consagrarse a María, previa consulta con su director espiritual si es que lo tiene, puede hacerlo utilizando el método de San Luis María Grignion de Montfort que consiste en prepararse durante 30 días con meditaciones y oraciones, para hacer formalmente la consagración a la Virgen.

Por lo tanto si usted decide consagrarse, debe elegir un día de fiesta mariana, por ejemplo Santa María Madre de Dios (1 de enero), Virgen de Lourdes (11 de febrero), Anunciación (25 de marzo), Virgen de Fátima (13 de mayo), Inmaculado Corazón de María (mes de junio), Virgen del Carmen (16 de julio), Asunción de María (15 de agosto), María del Rosario de San Nicolás (25 de septiembre), Nuestra Señora del Rosario (7 de octubre), Virgen de la Medalla Milagrosa (27 de noviembre), Inmaculada Concepción (8 de diciembre),  cualquier primer sábado de mes, etc., etc.; y a partir de ese día elegido (que será el día de su consagración a María) debe tomar los 30 días previos para hacer la preparación, la cual puede ver o descargar haciendo clic aquí. Luego que hace los treinta días de preparación, el día siguiente se consagra a María.

También puede consagrarse a María de una forma más sencilla, a su Corazón Inmaculado, rezando una simple oración con la intención de consagrarse y entregarse a Ella por completo. Clic aquí para consagrarse a María.

Nota: En estos textos se habla de esclavitud mariana, que es en definitiva la consagración a María, como lo hace notar en la siguiente frase el Padre Gobbi del Movimiento Sacerdotal Mariano: "Para vivir la consagración a María, es necesario ofrecerse a Ella en una esclavitud de amor, la cual se realiza concretamente si vivimos como hijos confiados a su Corazón Inmaculado y con la mayor docilidad nos dejamos nutrir, vestir y conducir por Ella en todo momento."

 

Para conocer más sobre la Consagración a María le recomiendo que lea los siguientes libros:

- “El Secreto de María” clic aquí.

- “Tratado de la Verdadera Devoción a la Santísima Virgen María” clic aquí.

- "Fundamentos de la Vida Mariana" clic aquí.

O puede descargar estos tres libros en la sección Descarga de archivos.